sexta-feira, 20 de novembro de 2009

Relaciones preferenciales en el entrenamiento integrado en Balonmano.Espar Xesco

Relaciones preferenciales en el entrenamiento integrado en Balonmano.
Espar, X.
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1) INTRODUCCIÓN
El entrenamiento en balonmano, como en el deporte en general, es el proceso por el cual buscamos que los jugadores consigan aumentar su rendimiento y algunas veces alcanzar su máximo potencial. Esta aspiración de conseguir unos óptimos resultados en las competiciones sólo está asegurada cuando todos los factores que intervienen en el rendimiento competitivo se encuentran optimizados a un alto nivel para que actúen sinérgicamente en el momento de la competición.
Los responsables de dirigir este proceso somos los entrenadores, o grupo de entrenadores si es el caso.
El primer paso al diseñar el proceso de entrenamiento consiste en realizar un profundo y exhaustivo análisis del balonmano, con el objetivo de descubrir el mayor número de distinciones y matices que nos permitan una atención selectiva hacia lo que debe ser enseñado, entrenado o corregido.
Posteriormente, debemos analizar "cómo son los jugadores" y "porque mejoran cuando entrenan", cuáles son los mecanismos específicos que les permiten progresar y ponerse en forma.
Sólo después de estas reflexiones podremos establecer pautas metodológicas exactas para conseguir su máximo rendimiento.
2) LOS FACTORES DE RENDIMIENTO Y EL ENTRENAMIENTO INTEGRADO
Con el fin de poder sobre-estimular los diferentes aspectos que afectan a la consecución del éxito deportivo, los entrenadores, al estudiar nuestro deporte, agrupamos los enfoques de esos distintos aspectos que proporcionan las diferentes ciencias (Fisiología, Biomecánica, Pedagogía, Psicología, Motricidad, etc.) en cinco grandes grupos para los que hay diseñadas metodologías específicas de trabajo.
La clasificación tradicional de análisis es:
•Preparación Técnica,
•Preparación Táctica,
•Preparación Física,
•Preparación Psicológica, y
•Preparación Teórica.
En cada una de estas agrupaciones ubicamos los elementos que queremos enseñar o entrenar. Todos conocemos las metodologías específicas para hacer evolucionar selectivamente los niveles de estos factores; esta forma de trabajo debe ser una de las preferentes en la formación de los jugadores y de los equipos.
Pero, para obtener el máximo rendimiento del jugador y del equipo, deberíamos crear la capacidad de resolver los problemas específicos que se le plantean durante la competición, entrenando mediante situaciones lo más parecidas al hecho competitivo. Esto es, solicitando que efectúen sus acciones, con la intervención de los diferentes factores mezclados entre ellos y de manera simultánea.
Esta metodología específica, que nos permite acercarnos al rendimiento máximo a través de una simulación lo más parecida a la competición posible, es lo que denominamos "Entrenamiento Integrado".
3) OBJETIVOS Y APLICACIONES DEL ENTRENAMIENTO INTEGRADO
Como hemos apuntado, el principal objetivo del entrenamiento integrado es acercar las condiciones de la competición a la práctica de los entrenamientos. Esta estructuración del trabajo es la que más en forma pone a los jugadores.
Además hay otros objetivos, secundarios si se quiere, entre los que señalamos las posibilidades de:
•dar variedad al trabajo físico, y
•fijar aprendizajes técnicos en condiciones de fatiga.
4) METODOLOGÍA DEL ENTRENAMIENTO INTEGRADO
Para conseguir este primer objetivo, entrenar en condiciones próximas a la competición, hay que ser realmente precisos. Aunque parezca que en ésta todo aparece mezclado, con el paso del tiempo y de la reflexión hemos ido descubriendo que existen relaciones preferenciales y que "no se puede integrar todo"; o mejor dicho, que la integración del entrenamiento debería seguir algunas pautas que permitan extraer de este concepto el máximo provecho.
Estas tres relaciones preferenciales hacen referencia a tres agrupamientos duales:
•Fuerza y técnica.
•Velocidad de reacción y táctica individual.
•Resistencia y sistema de juego.
4.1. Fuerza y técnica
La relación que se establece entre la fuerza y la técnica, parte de la técnica. La selección de los contenidos y categorías de fuerza en balonmano debe obedecer a las categorías de acciones técnicas que los jugadores desarrollan y necesitan dominar en el juego.
En ese sentido, en lugar de las tradicionales fuerza-resistencia, fuerza-máxima y fuerza-explosiva, las categorías de fuerza en balonmano las podemos definir como fuerza de lanzamiento, fuerza de lucha, fuerza de salto y fuerza de desplazamiento, ya que el trabajo que apliquemos va en definitiva destinado a los grupos musculares responsables de producir la fuerza necesaria para esas acciones.
Y, por otra parte, los diferentes niveles de aproximación a la especificidad del gesto (al menos en cuanto a estructura del movimiento y velocidad de ejecución) van a graduar el trabajo de menos a más "integrado" en las categorías de fuerza general, fuerza dirigida y fuerza especial.

4.2. Velocidad de reacción y táctica individual

Esta es una de las relaciones más importantes y a la que se presta menos atención.
Cuando entrenamos la velocidad de reacción debemos buscar estímulos y respuestas específicos. La especificidad del estimulo depende de su idoneidad respecto de la respuesta a que va asociada. Es decir, si queremos "integrar" el entrenamiento de velocidad, no basta con proponer estímulos visuales como específicos por el hecho del que el canal visual sea el prioritario en la toma de información durante el juego, sino que esos estímulos del ejercicio deberían ser los mismos que desencadenan las respuestas específicas en la competición.
Desde el lado de la respuesta, también la especificidad es obligada, con lo que, como en el trabajo de fuerza, las categorías en el trabajo de velocidad quedarían establecidas según los grupos de acciones técnico-tácticas individuales.
4.3. Resistencia y sistemas de juego
La integración óptima de la resistencia hace referencia al sistema de juego que queramos utilizar, en especial, adaptado a los sistemas de entrenamiento de la capacidad anaeróbica láctica. ¿Cuánto tiempo dura una fase defensiva? ¿Cuánto tiempo dura un buen ataque? Seguramente responderíamos que como media, unos 30-45 segundos.
Esas necesidades energéticas suponen adaptaciones al trabajo con presencia de ácido láctico (o en las condiciones en las que se puede producir). Para esta fórmula de trabajo podemos asociar:
•Los ejercicios defensivos de sistema a actividades de máxima intensidad durante 45 segundos.
•El entrenamiento de la resistencia anaeróbica láctica con tareas del sistema defensivo (individuales o colectivas).

La especificidad de los estímulos que soporta un jugador de balonmano, hace que el sistema idóneo de entrenamiento de la resistencia sea el sistema continuo variable. Así, y como ejemplo, para el entrenamiento de la resistencia anaeróbica describimos la siguiente forma de entrenamiento.

Tabla 1: Ejemplo de diseño integrado para el trabajo de la Capacidad Anaeróbica Láctica: tiempo total del entrenamiento: 21 minutos; trabajo en bloques de 1 minuto a intensidad sub-máxima y 2 minutos (de recuperación) a intensidad media.
Como vemos en el ejemplo de la Tabla 1, la clave al realizar el trabajo de resistencia consiste en hacer aparecer los contenidos "integrados" en el substrato energético que aparecen durante la competición. En el caso del ejemplo (como tarea de resistencia), las tareas deben ser predominantemente de desplazamientos.
La tarea que se coloque en el tiempo de intensidad media, basta que tenga el desplazamiento o el pase (en grupos numerosos de jugadores) como contenido principal. El problema suele presentarse al "integrar" contenidos en las tareas de alta intensidad; un exceso de carga técnica o cognitiva puede hacer decaer el nivel de exigencia de la tarea. Si la perspectiva principal de la tarea (por cuestiones de diseño del microciclo) es táctica no hay demasiado problema, pero si por el contrario, el objetivo es físico, habría que colocar el "sprint" como tarea de alta intensidad, integrando el trabajo solamente en la tarea de intensidad media.
5) LA UTILIZACIÓN DEL ENTRENAMIENTO INTEGRADO DURANTE EL MICROCICLO
Como hemos visto, el entrenamiento integrado es una herramienta que posee el entrenador para proponer tareas. No es un fin en sí mismo, sino que sirve para poner en forma a los jugadores cuando lo necesitemos.
Por tanto, el mejor uso que podemos hacer del entrenamiento integrado aparece cuando necesitamos compilar el microciclo de entrenamiento. El bloque básico de planificación en balonmano es el microciclo (¡no la sesión!); en el transcurso de una semana tenemos tiempo suficiente para prestar atención a todos los contenidos necesarios para preparar la siguiente competición con garantías, mientras que esta amplia perspectiva suele perderse cuando preparamos la semana sesión a sesión.
Un ejemplo de diseño estándar de semana, para un equipo que entrena tres veces a la semana, podría ser el siguiente (Tabla 2):

Tabla 2: Ejemplo de diseño de un microciclo de tres sesiones.
Fuerza y resistencia deben ir separadas de la competición para buscar la sobre-compensación el fin de semana.
El sistema de ataque (lleno de matices que son necesarios recordar) debería estar colocado "cognitivamente" cerca del día de la competición, por ello es aconsejable ponerlo el viernes.
El entrenamiento del sistema defensivo puede ir el miércoles ya que ese debe ser el día de mayor intensidad de la semana y además es un contenido que puede integrarse fácilmente con el entrenamiento de la resistencia, por tanto, ésta puede aparecer en el día central a última hora (especialmente si se ha jugado el domingo), dejando la velocidad para el viernes.
El resto de los contenidos necesarios para ir mejorando o puliendo los aspectos individuales y grupales pueden colocarse en los espacios que quedan.
Una vez distribuidos los contenidos, podemos decidir cuales son los contenidos que nos interesa trabajar integradamente y cuales no.

Algunos matices más...
•Es difícil integrar contenidos si el nivel técnico-táctico no es suficientemente elevado, o no existe capacidad táctica; dicho de otro modo, podremos integrar los distintos contenidos de entrenamiento en la medida que nuestros jugadores tengan más o menos calidad.
•Cuando queramos subrayar la orientación física, hemos de prestar atención a que se cumplan los requerimientos físicos, bajando si es necesario las exigencias técnico-tácticas y/o la cantidad o calidad de la oposición.
•Cuando busquemos primar la faceta técnico-táctica, el contenido físico actuará como complemento, y si es preciso detener el ejercicio no debe preocuparnos demasiado, ya que los objetivos son otros.
•Sin embargo, las relaciones preferenciales que hemos expuesto deberían mantenerse, sobre todo en lo referido a los tiempos de intervención y tipo de tareas más adecuadas para la integración óptima del entrenamiento.
6) CONCLUSIONES
El entrenamiento integrado no es la panacea; no puede ser usado todo el año.
Sirve para poner en forma a los jugadores y al equipo, pero no debemos olvidar el nivel basal de los jugadores que aumenta más cuando las diferentes preparaciones son estimuladas, en primer lugar, de manera selectiva. Un paso posterior con entrenamiento integrado permitirá al jugador poder usar esa mejora de forma correcta e idónea en la competición.
En el alto rendimiento es de imprescindible aplicación para alcanzar el máximo rendimiento de los jugadores en los momentos de puesta en forma. Sin embargo, en las categorías de formación, aunque puede ser usado como complemento del trabajo más analítico, la dificultad de fijar objetivos específicos (en el entrenamiento integrado son más globales) aconseja una cierta prudencia en su utilización.
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